Victoria Banks por Ana Prado
¿Cuánto tiempo llevas montándote? ¿Y por qué empezaste?
Llevo un año y unos meses. Soy de las más jóvenes. Hace dos años en Halloween, un amigo organizó una fiesta y dijo que teníamos que ir montados. Además, coincidía que ya teníamos dos amigos que eran Drag Queens y bueno, nos montamos. En el momento que me vi toda montada me vi super guapo y de ahí nació ese bichito que quería más. Pero antes yo era el típico chico que no se planteaba mirar en la sección de mujer o entrar en una tienda de maquillaje, porque era muy inculto en el tema. Pero una vez que empecé, fue un mundo nuevo. Y ahora estoy living, cada vez que salgo es una experiencia. Nunca terminas de aprender, es un camino en progreso. Para mí, como bien se llama mi personaje, Victoria, es una ganancia. Es un mundo nuevo que me ha hecho ganar.
Eres de Chile, ¿viviste la escena de allí?
Una de mis primeras parejas, cuando yo aún era muy inexperto en el ambiente, me metió en el mundo. Y en una de las discotecas que más frecuentábamos había siempre shows drags. En ese momento yo decía wow, cómo las admiro, pero nunca lo haría. Lo reconozco. Y mírame ahora. Estoy muy contento por haber ganado esto.
¿Qué crees que hace tiene de especial la escena Drag en Barcelona?
Todo el Drag en Barcelona está muy mal valorado. Esto es un trabajo, no es ponerse una peluca y salir a la calle. Es un trabajo con mucha dedicación, con sus pautas. Llevándolo a tu estilo porque el Drag no tiene límites. Cuando vas montada a una fiesta la gente se acerca a ti e interactúa contigo. Pero luego a lo mejor por un show te pagan, con suerte, 50 euros cuando tu maquillaje ya vale el doble o más. Nunca terminas de invertir en el mundo Drag. Hay gente que lo hace por amor al arte, que no cobran, pero hay gente que, si quiere dedicarse profesionalmente, es muy complicado. Ambos puntos son respetables, y por eso mismo deben valorarse como merecen. En Barcelona ahora ha habido un boom gracias a iniciativas como Drag is Burning porque ha juntado a las más antiguas con las nuevas como yo. Y ha nacido la curiosidad de la sociedad para crear más colectivos o hacer reportajes, ver cómo te maquillas y llevarlo a proyectos de Periodismo y de universidad. Y esto aporta visibilidad. Es importante que la gente vea que lo que para ellos puede ser anormal, como algo común. Porque lo es. Pero lamentablemente, aunque estemos en el siglo 21 yo cuando me monto tengo miedo. Evito el metro porque no sabes lo que te puede llegar a pasar.
¿Has tenido alguna mala experiencia por ir montada?
Mi drag es muy femenino. Yo no pido opinión a nadie fuera de mi círculo de amistades, pero sí me ha pasado ir por la calle y por el mero hecho de ir sola, que un chico te siga tres calles. O que te pregunten cuánto cobras. Me da mucha rabia que lo que me pasa a mí, les pase a diario a todas las chicas. Nadie tiene derecho a meterse en tu vida. Hay que decir NO. Puedes ir con falda, top, como si muestras los pechos. Cada cual que vaya como quiera. Pero esta sociedad es muy paleolítica todavía y lo sexualiza todo.
A pesar de ello, pesa más la parte positiva: gente que se acerca y te dice “te ves divina, que top más bonito”, etc.; vale mucho la pena. Son pequeñas cosas que te motivan y te animan para seguir y mejorar.
¿Te dedicas al Drag profesionalmente?
Lamentablemente en Barcelona, como decía, está muy mal valorado. Sí que lo quiero llevar al ámbito profesional. Pero primero tienes que hacerte ver. Yo llevo un año y poco, y me toca salir cada fin de semana y que la gente me conozca. Estoy en ese punto. Todo esfuerzo tiene su recompensa. No puedes pretender salir un par de findes montada y que ya te conozcan. Olvídalo. Intento no perder mi esencia, pero ahora sobre todo debido a mi situación económica es complicado porque requiere una inversión constante. El drag es caro.
¿Cómo te ayudan plataformas como Drag is Burning para darte a conocer?
Bueno yo a Rubén -creador de la plataforma- ya lo conocía de una fiesta y desde el principio ya hubo muy buen rollo. Me ayuda y me aporta mucho, no sólo a nivel de contenido sino de apoyo para que no se me pierda de vista.
Vas a participar en el single de Haciendo la revolución de Luis Miguélez & Drag is Burning. ¿Qué aporta Victoria Banks?
Victoria Banks es la típica mejor amiga de tu hermana. La que tiene chismes, la que está bien loca y la que está al tanto de todo lo que hace Madonna o Britney. Finge a lo mejor algo de estupidez y es bien latina. Aporto esa chispa de ser yo. Porque para mí Victoria es ser ella misma, no finjo ser simpática con la gente, soy yo. No tengo ningún esquema, me nace. Victoria no tiene límites.
Entrevista por María del Río y Mariana F. Galán